Con un cartel en español que decía «Tengo fe en Chile y su destino», partidarios del fallecido presidente chileno Salvador Allende se reúnen frente al palacio presidencial de La Moneda en Santiago, Chile, el lunes 2 de septiembre de 2019. 2023. Allende es destituido de su cargo
Comentarios de
Embajador Francisco O. Mora
5 de septiembre de 2023
Señor. Presidente y colegas,
Hoy reflexionamos sobre el legado y el impacto del expresidente chileno Salvador Allende. Al conmemorar el 50 aniversario de los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 1973, recordamos el compromiso de Allende con la igualdad y la justicia social, y los efectos del golpe que reformó la historia de Chile.
Es un recordatorio de que el 11 de septiembre quedará grabado para siempre en nuestra memoria colectiva, ya sea en Santiago, Nueva York, Washington y Shanksville (Pensilvania) o en Lima en 2001, donde adoptamos la Carta Estadounidense de la Democracia.
Señor Presidente, Salvador Allende fue más que una figura política: fue un símbolo de esperanza y justicia social para muchos en Chile y en todo Estados Unidos. Humanitario y político, creía firmemente en los principios de igualdad y empoderamiento de los marginados. La presidencia de Allende marcó un alejamiento significativo del panorama político tradicional. Trató de abordar cuestiones apremiantes como la desigualdad de ingresos, el acceso a la educación, la salud y la reforma agraria. El presidente Allende llegó al poder mediante un proceso democrático. Su compromiso con la justicia social se manifiesta en sus esfuerzos por crear una sociedad inclusiva y participativa donde se escuchen las voces de los ciudadanos y se respeten sus derechos.
Cuando recordamos los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973, nos enfrentamos directamente a la cruda realidad de la caída de Allende. El golpe militar que derrocó a su gobierno tuvo consecuencias de gran alcance para Chile y Estados Unidos en su conjunto. El golpe provocó la disolución del Congreso chileno, la suspensión de la constitución y la instalación de una junta militar, que inició un programa de brutal persecución contra los disidentes. Este período vio la desaparición y muerte de miles de civiles, dejando una cicatriz duradera en la historia de Chile.
Señor. Presidente, en respuesta a una solicitud del gobierno chileno y para permitir una comprensión más profunda de nuestra historia compartida, el gobierno de Estados Unidos completó una nueva revisión de desclasificación el 25 de agosto, publicando porciones de la declaración del Presidente. Resúmenes diarios relativos a Chile del 8 de septiembre de 1973 y el 11 de septiembre de 1973. Estamos comprometidos a trabajar con socios chilenos para identificar fuentes adicionales de información para aumentar nuestro conocimiento de eventos impactantes a lo largo de nuestra historia compartida.
El golpe también tuvo implicaciones más amplias en la región. El derrocamiento de un gobierno elegido democráticamente provocó conmociones en todo Estados Unidos, generando preocupaciones sobre la estabilidad y la fortaleza de las instituciones democráticas. El recuerdo de esos días oscuros es un recordatorio de la fragilidad de la democracia y la importancia de preservarla. A pesar del trágico final de su presidencia, el legado de Salvador Allende sigue vivo como símbolo de valentía y de la búsqueda continua de la igualdad y la justicia social por parte de nuestro hemisferio. Su compromiso con los derechos de los marginados continúa inspirando a generaciones de líderes y activistas en todo Estados Unidos.
Señor. Presidente, al reflexionar sobre los resultados del golpe, reconozcamos también el increíble progreso que ha logrado Chile desde aquellos días tumultuosos. El regreso de Chile a la democracia es un testimonio de la resiliencia de su pueblo y del poder de la acción colectiva. Para curar las dolorosas heridas del pasado, los chilenos de todo el espectro político se han vuelto a comprometer a reconstruir las instituciones representativas y el Estado de derecho.
Durante el régimen represivo del general Augusto Pinochet, se estima que decenas de miles de chilenos emigraron a Estados Unidos. Huyendo de la persecución política, los abusos de los derechos humanos y las dificultades económicas, los chilenos trajeron sus perspectivas culturales únicas, sus habilidades empresariales y su determinación de reconstruir sus vidas en una nueva tierra. Su presencia ha enriquecido a la sociedad estadounidense al contribuir a diversos campos como la educación, las artes, las ciencias y la política.
Además, la diáspora chilena ha desempeñado un papel importante en la sensibilización sobre los abusos contra los derechos humanos que ocurren en Chile y en la movilización de apoyo internacional para la restauración de la democracia y el estado de derecho en su país. El legado de estos chilenos es un testimonio de la determinación de las personas frente a la adversidad y del impacto positivo de las diversas perspectivas en el tejido de la sociedad estadounidense.
Estados Unidos seguirá trabajando estrechamente con el pueblo de Chile –como su amigo y socio– para fortalecer la causa de la democracia y los derechos humanos en América Latina, en todo nuestro hemisferio y, de hecho, en todo el mundo. Entonces, al recordar los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973, honremos la memoria de Allende y de todos aquellos que sufrieron como resultado, reafirmando nuestro compromiso con los derechos humanos y la búsqueda de un mundo mejor, causas que todos podemos abrazar. muchas gracias.
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