Sin embargo, Argentina, con licencias y regulaciones descentralizadas e impuestos relativamente bajos, está ganando impulso, atrayendo un flujo constante de capital internacional. La semana pasada, el gigante minero Rio Tinto firmó un memorando de entendimiento con Ford para suministrar al fabricante de automóviles litio apto para baterías de su proyecto de producción de salmuera en la provincia argentina de Salta. De manera similar, la australiana Allkem tiene tres operaciones de litio en el noroeste de Argentina, resultado de una fusión en 2021 entre Galaxy Resources y Orocobre.
Bolivia también tiene reservas sin explotar, centradas en el Salar de Uyuni, el salar más grande del mundo.
Un cartel de productores al estilo de la OPEP
Los tres países han discutido la unificación de un cartel de productores al estilo de la OPEP para fijar los precios, actualmente establecidos en China, pero los diferentes marcos legales para la industria han obstaculizado el progreso. Se habla de una mayor cooperación en la investigación y el desarrollo del litio, pero el historial de trabajo conjunto de los países sugiere que no sucederá de la noche a la mañana.
En última instancia, las restricciones de suministro causadas por la falta de actividad en Bolivia y la cautelosa expansión en Chile impulsarán los precios al alza y favorecerán movimientos más rápidos en países como Australia, que se ha convertido en un centro mundial de actividad corporativa en la producción de litio.
En 2017, Australia superó a Chile como el mayor productor mundial y ahora satisface la mitad de la demanda mundial. Sin embargo, mientras que el aire seco y la luz del sol del desierto de Atacama en Chile hacen la mayor parte del trabajo, el alto costo de extraerlo de la roca hace que la extracción de litio en Australia sea un negocio de menor margen que en el Triángulo Sudamericano.
José Miguel Benavente, director de la Agencia de Desarrollo Económico de Chile, es conocido por las siglas en español CORFO, que el líder izquierdista Gabriel Boric usa cuando defiende un plan para nacionalizar parcialmente la industria a través de empresas corporativas controladas por el Estado.
Aboga por una política industrial amplia, pero en lugar de elegir ganadores, Boric dice que la administración está «escogiendo una misión».
La producción de cobre y litio, en general, contribuye a la descarbonización global y coincide con el compromiso de Chile de reducir las emisiones netas a cero para 2050. Como parte de su compromiso con la sostenibilidad, la administración dejará intacto el 30 por ciento de sus depósitos de sal ricos en litio.
José Miguel Benevente dice que el litio «se ha vuelto crítico para la transición energética y la descarbonización en el mundo».
“Una cosa es que Australia produce más litio que Chile; Es completamente diferente si miras la rentabilidad de la producción aquí y allá”, dice. Revisión financiera australiana En entrevista en la sede de la agencia en Santiago.
«Esto es importante porque a la gente le gusta decir que Chile está detrás de Australia en la producción de litio».
CORFO, que administra la mayoría de las salinas del país, y la cuprífera estatal Codelco SQM, en la que el grupo minero chino Tianqi tiene una participación del 23,8 por ciento, están en conversaciones para formar una sociedad para extender la licencia minera, que vence en 2030.
También hay planes para expandir la producción a través de asociaciones público-privadas en depósitos de litio de salmuera existentes y nuevos. Codelco, que ya posee varias plataformas, sería el accionista controlador con el 50 por ciento y una participación en cualquier nueva empresa conjunta, aunque los expertos de la industria creen que el gobierno podría ser flexible aquí.
Codelco ya controla el Salar de Marizunga, al sur de Atacama, donde Lithium Power International, que cotiza en ASX, tiene una licencia de exploración.
LA ESTRATEGIA INDUSTRIAL DE BORIC CORFO tiene interés en desarrollar industrias downstream que agreguen valor a partir de productores globales.
A diferencia de Australia, Chile ya procesa el litio en su salmuera en formas de carbonato e hidróxido para abastecer a la industria de baterías de iones de litio de China, que domina el mundo.
Hace unos meses, el grupo chino de automóviles eléctricos BYD respondió al llamado de Chile para avanzar más en la cadena de valor con un compromiso de $290 millones para construir una fábrica de cátodos de baterías en la ciudad de Antofagasta, en el norte de Chile.
China representa alrededor del 80 por ciento de la demanda mundial de litio para baterías, gran parte del cual procesa para los fabricantes de baterías y vehículos eléctricos del país. La segunda economía más grande del mundo tiene pequeñas minas de litio, pero la mayor parte de lo que necesita se importa de América del Sur y Australia, donde los mineros y productores de China están acumulando participaciones directas en proyectos de litio.
Según la Oficina del Economista Jefe (OCE) de Australia, la demanda mundial del metal blanco alcanzará las 989.000 toneladas de carbonato de litio equivalente este año, superando la producción de 964.000 toneladas. Algunos ven que esta demanda se duplicará en los próximos cinco a 10 años.
Amenazados por la escasez de litio para las baterías de los automóviles eléctricos, los fabricantes de automóviles se apresuran a asegurarse el suministro del antes oscuro «oro blanco». punto de acceso
Se espera que el déficit de suministro dure hasta 2027, cuando la producción superará la demanda, pronostica OCE. Hasta entonces, se espera que el hidróxido de litio, la forma lista para el cátodo, aumente de $44,090 el año pasado a $61,520 este año, pero caiga a $36,220 para 2028, dijo la OCE.
La estrategia nacional de litio de Boric no tiene escasez de críticos de la industria: la Cámara de Minería de Litio de Chile describió recientemente el plan de asociación público-privada del gobierno como una «expropiación encubierta».
Sin embargo, Benavente dice que los ataques de los opositores a lo que él llama «nacionalización del litio» no entienden el punto.
El litio ya pertenece a «todos los chilenos», dice Benavente, en virtud de una ley de 1979 que le otorgó un estatus especial para uso militar estratégico, principalmente armas nucleares, «por todas las razones equivocadas». Si bien SQM y Albemarle tienen acuerdos de arrendamiento para extraer el metal de las vastas salinas del desierto de Atacama, el litio sigue estando constitucionalmente prohibido para las concesiones totales del sector privado.
“Curiosamente, el único recurso natural que aparece como estratégico en la Constitución, y por lo tanto no ‘privilegiado’, es el litio”, dice..
Tratamiento especial
«Es difícil nacionalizar algo que ya es de todos los chilenos».
Los defensores están de acuerdo en que el tratamiento especial del litio en la constitución significa que la industria ya está controlada por el estado, y el plan industrial de Boric se basa en eso. Si bien el mercado está caliente, los ingresos de los parques eólicos no solo mejorarán el desarrollo social y regional en el país aún pobre, sino también la investigación y el desarrollo de métodos ecológicos de extracción de cobre y litio, dos metales críticos para los esfuerzos globales de descarbonización.
Esto es especialmente importante en un país vulnerable a la sequía y, a fines de 2019, la grave desigualdad de riqueza alimentó disturbios mortales y malestar social generalizado. La victoria de Boric en 2021 es en parte un reflejo de ese período tumultuoso en un país conocido hasta entonces por su estabilidad y políticas favorables al mercado.
El joven ex estudiante activista se comprometió a reescribir la constitución de la era militar, nacionalizar la minería de litio para financiar la educación y la atención médica gratuitas para todos, sacudir las industrias privadas de educación superior y seguros de salud de la nación y cerrar las lagunas fiscales para las corporaciones y los ricos.
Sin embargo, al igual que otros jóvenes idealistas en el gobierno, Borik ha sido traicionado por la realidad económica y política desde que asumió el cargo.
La popularidad de su administración decayó rápidamente y el año pasado perdió un referéndum sobre una nueva constitución, que ahora está en manos de la oposición de centroderecha.
El gobierno está luchando por llevar a cabo una reforma fiscal amplia, y los planes para imponer impuestos y regalías más punitivos a la minería del cobre este año se diluyeron después de duras negociaciones con el poderoso cabildeo minero del país, que incluye a BHP de Australia. La mayoría espera que esta incómoda cooperación prevalezca en las negociaciones del litio.
El auge del litio presenta una oportunidad de oro para que Chile desarrolle formas más limpias y eficientes de extraer el metal y ascender en la cadena de valor agregado, dijo el Dr. Anil Satarangani, Cátedra de Innovadores de la Universidad de Los Andes en Santiago.
Una alternativa a la extracción por evaporación, que ha demostrado ser lenta y dañina para los ecosistemas, está lista para sacudir la industria, prometiendo mayores rendimientos de metales y una producción más rápida. Conocida como extracción directa de litio, consiste en inyectar salmuera en una unidad de procesamiento donde se utiliza adsorción, resina o material de membrana para extraer solo el litio, mientras que la salmuera extraída se puede inyectar nuevamente en los acuíferos de la cuenca.
«Chile ha sido bien conocido durante décadas por su cobre; ahora está recibiendo reconocimiento por su litio», dice Chatarangani..
“Sin embargo, la ventana de oportunidad para la minería de litio puede durar solo cinco o 10 años, o tal vez un poco más.
«Pero Chile está bien posicionado para aprovechar esto y montar la segunda ola de innovación en metales y minería en general. Este modelo se puede aplicar al molibdeno o lo que sea el próximo gran avance».
En países en desarrollo como Chile, dice, el gobierno debe desempeñar el papel de «facilitador».
Sin embargo, reconoce que esto requiere un cambio cultural en Chile, que se encuentra rezagado respecto de los países desarrollados en los niveles de colaboración entre el sector público y privado y los centros de investigación y desarrollo como las universidades.
“Como yo lo veo, el gobierno es el único que se preocupa por el impacto de las actividades empresariales en el medio ambiente. El resultado final de la mayoría de las empresas aquí es maximizar el valor para los accionistas”, dice.
Benavente está de acuerdo en que el momento de sol del litio debería ser más que un impulso para las cuentas financieras. Los planes para producir hidrógeno verde a partir de las fuentes de energía renovable en rápida expansión del país son parte de las ambiciones de Chile de convertirse en un centro de energía limpia.
«El litio se ha vuelto más importante estratégicamente de lo que era en la Constitución por todas las razones equivocadas», dice.
«Esto es fundamental para la transición energética y la descarbonización del mundo.
«Ahora es el momento, pero todos sabemos que no durará para siempre».
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