Los guisantes son legumbres muy valoradas, especialmente durante la primavera, y tienen un lugar privilegiado en el huerto. Aunque su cultivo es bastante sencillo, hay algunos consejos que son indispensables para asegurar una cosecha abundante y deliciosa.
Independientemente de si optas por variedades enanas o trepadoras, o si prefieres guisantes de grano liso o arrugado, cada tipo tiene características interesantes. Los guisantes de grano liso son ideales para una cosecha temprana, mientras que las variedades de grano arrugado destacan por su dulzura y suavidad.
Períodos óptimos para la siembra de guisantes #
Las variedades de guisantes con grano liso, perfectas para un cultivo temprano, pueden sembrarse desde octubre y noviembre en regiones con clima suave. En áreas más frías, se recomienda esperar hasta febrero o marzo. Por otro lado, los guisantes comestibles suelen sembrarse entre mayo y junio para disfrutar de una cosecha en verano.
La temperatura es un factor crucial para la germinación y el desarrollo de los guisantes. Estos germinan de manera óptima entre 12 y 15°C, con un tiempo de germinación de 10 a 15 días. Para asegurar un buen crecimiento, se sugiere que las temperaturas diurnas estén entre 18 y 23°C, y las nocturnas alrededor de 7 a 10°C.
En las regiones más frías, el uso de túneles de plástico puede ser útil para proteger tus plántulas y estimular su crecimiento. Además, es aconsejable evitar siembras tardías que puedan exponer tus plantas a temperaturas elevadas, lo que sería perjudicial para la formación de las vagens.
¿Cómo asegurar el éxito en la siembra de guisantes? #
La clave para tener éxito en la siembra de guisantes radica en la preparación del suelo y en la técnica de siembra utilizada.
Elige un lugar soleado, con un suelo liviano, fresco y bien drenado. Es fundamental trabajar la tierra a una profundidad mínima de 15 cm para favorecer el buen desarrollo de las raíces. Evita suelos demasiado ácidos o calcáreos que no son adecuados para este cultivo.
Para la siembra, cavar surcos de aproximadamente 5 cm de profundidad, separados entre 40 y 50 cm. Coloca las semillas cada 5 cm, y luego cúbrelas ligeramente con tierra. Un riego moderado y regular favorecerá la germinación. Una vez que las plántulas asomen del suelo, recuerda aporcarlas para fortalecer su base, lo que ayudará a prevenir caídas y mejorará su crecimiento.
¿Y tú, cuál es tu experiencia con el cultivo de guisantes? ¿Qué variedad prefieres cultivar y en qué época las siembras? ¡Comparte tus consejos de jardinería y tus éxitos en los comentarios! Tus recomendaciones podrían ser de gran ayuda para otros jardineros que busquen lograr una buena cosecha.