La subida de los precios de la energía nos obliga a reconsiderar nuestros hábitos de consumo. Algunas acciones sencillas pueden ayudar a reducir considerablemente nuestras facturas sin comprometer nuestro confort. A continuación, te presentamos consejos prácticos para ahorrar energía en tu día a día.
1. Optimizar la temperatura de su vivienda #
La calefacción representa la mayor parte de los gastos energéticos en un hogar, alcanzando aproximadamente un 66%. Por lo tanto, una gestión adecuada de las temperaturas se convierte en la principal fuente de ahorro.
Los especialistas sugieren mantener una temperatura de 19°C en las zonas de estar. La habitación puede disfrutar de unos 17°C, mientras que áreas poco utilizadas, como la despensa, pueden dejarse a 16°C.
Reducir la temperatura en solo un grado puede generar un ahorro del 7% en la factura. Programar la calefacción permite bajar la temperatura durante las ausencias y aumentarla antes de que los ocupantes regresen.
2. Preservar el calor en su hogar #
Para mantener un ambiente agradable sin desperdiciar energía, ciertos hábitos resultan muy eficaces. Al caer la noche, cerrar los persianas y cortinas crea una barrera térmica natural.
Instalar burletes en las puertas ayuda a limitar las corrientes de aire frío, especialmente en las puertas que conducen al exterior o en habitaciones no calefaccionadas.
La ventilación es esencial para renovar el aire y eliminar la humedad. Las rejillas de aireación nunca deben estar bloqueadas. Al ventilar, es recomendable apagar los radiadores para evitar el desperdicio. Para maximizar su eficiencia, los radiadores deben estar despejados de muebles y cortinas.
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3. Utilizar inteligentemente sus aparatos electrodomésticos #
Los electrodomésticos constituyen una parte considerable de nuestro consumo de electricidad.
El refrigerador funciona las 24 horas: su mantenimiento regular es crucial. Limpiar la rejilla trasera mejora su eficiencia energética. La temperatura ideal se sitúa entre 4 y 5°C para el refrigerador y -18°C para el congelador.
El lavadora y el lavavajillas consumen menos energía cuando funcionan a carga completa. Los programas ecológicos, aunque son más largos, reducen el consumo de electricidad. Secar la ropa al aire libre sigue siendo la opción más económica cuando las condiciones lo permiten.
4. Eliminar los consumos ocultos #
El consumo en modo de espera de los dispositivos electrónicos puede representar hasta el 10% de la factura de electricidad.
Utilizar regletas con interruptor facilita la desconexión total de los dispositivos. Los cargadores de teléfonos siguen consumiendo energía incluso sin el dispositivo conectado; recuerda desconectarlos.
Reemplazar las bombillas antiguas por LED puede generar ahorros sustanciales. Estas últimas consumen hasta un 80% menos de electricidad y tienen una vida útil mucho más extensa. La inversión inicial se amortiza rápidamente por los ahorros obtenidos.
5. Adoptar buenos hábitos en la vida diaria #
Las pequeñas acciones cotidianas se suman y generan ahorros significativos. Apagar las luces siempre que salgas de una habitación, aprovechar al máximo la luz natural y cubrir las ollas mientras cocinas son hábitos simples que pueden marcar la diferencia.
El mantenimiento regular de los equipos asegura un rendimiento energético óptimo. Descalcificar la tetera y la lavadora, limpiar los filtros de la secadora y realizar el mantenimiento anual de la caldera contribuyen a reducir el consumo de energía.