La temperatura óptima en un hogar suele rondar los 20°C. Sin embargo, este valor teórico no siempre asegura un verdadero confort térmico. Diversos factores pueden alterar nuestra percepción del calor, haciéndonos sentir frío incluso cuando el termómetro indica una temperatura adecuada.
Analicemos las causas de este fenómeno y exploremos las soluciones para volver a experimentar una sensación de calor agradable.
Los defectos de aislamiento: tu primer enemigo #
Una casa mal aislada pierde constantemente calor. Las paredes frías generan un efecto de pared fría que absorbe la calor de tu cuerpo, a pesar de que el aire circundante esté a 20°C.
Las ventanas de un solo vidrio permiten que se escape hasta 4 veces más calor que las de doble acristalamiento eficientes. Los áticos y los suelos no aislados también representan áreas significativas de pérdida térmica.
Los puentes térmicos, que son las zonas donde el aislamiento es deficiente, constituyen puntos vulnerables por donde el frío se infiltrará. Normalmente, los encontramos en las uniones entre paredes y suelos o alrededor de las ventanas.
El papel desconocido de la humedad #
El aire húmedo transmite la calor de manera diferente. Un nivel de humedad demasiado alto en tu hogar puede provocar una sensación de frío incluso a 20°C. La humedad en exceso se manifiesta con manchas en las paredes, condensación en las ventanas o un olor a encierro característico.
Por el contrario, un aire excesivamente seco tampoco es ideal. Este irrita las vías respiratorias y altera nuestra percepción de la temperatura. El nivel de humedad óptimo oscila entre el 40% y el 60%.
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Las infiltraciones de aire no deseadas #
Las corrientes de aire indeseadas enfrían considerablemente el ambiente de una habitación. Se cuelan bajo las puertas, a través de las rendijas de las ventanas o por los enchufes mal sellados. Estos movimientos de aire generan zonas frías localizadas muy incómodas.
Un método sencillo para detectarlas: acerca una vela encendida a las aberturas; si la llama parpadea, has encontrado una fuente de infiltración.
Tu sensibilidad personal al frío #
Cada persona percibe la temperatura de manera distinta. Esta sensibilidad varía según la edad, el estado de salud o la actividad física. Las personas sedentarias o de edad avanzada suelen ser más sensibles al frío. La fatiga y el estrés pueden también intensificar esta sensación.
El metabolismo desempeña un papel crucial: algunas personas naturalmente producen menos calor corporal y sienten el frío con mayor rapidez.
Soluciones prácticas para mejorar tu confort #
Refuerza tu protección térmica
La primera acción consiste en mejorar el aislamiento de tu vivienda. Comienza con el ático, que puede representar hasta el 30% de las pérdidas de calor. Instala cortinas dobles y gruesas delante de las ventanas y sella los bajos de las puertas.
La aislamiento de las paredes, ya sea interna o externamente, representa una inversión rentable a largo plazo. Esto reduce significativamente las pérdidas de calor.
Controla el nivel de humedad
Para regular la humedad, ventila tu vivienda diariamente durante 10 minutos. Utiliza un deshumidificador si lo consideras necesario en las áreas problemáticas como el baño o la cocina.
Instalar un sistema de ventilación mecánica controlada (VMC) eficaz permite renovar el aire de manera eficiente. Este dispositivo elimina la humedad excesiva mientras limita las pérdidas de calor.
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Elimina las infiltraciones de aire frío
Localiza y sella todas las fuentes de infiltración de aire. Utiliza cintas adhesivas, espuma expansiva o selladores según sean necesarios. Verifica el estado de los sellos de las ventanas y reemplázalos si es necesario.
La instalación de cortinas térmicas proporciona una protección adicional efectiva contra las pérdidas de calor.
Ajusta tu sistema de calefacción
Un sistema de calefacción bien mantenido y correctamente ajustado distribuye mejor el calor. Purga regularmente tus radiadores y quítales el polvo. Evita cubrirlos con muebles o cortinas.
Programa tu calefacción de acuerdo a tu horario. Una temperatura estable es más cómoda que una serie de picos de calor y enfriamientos.
¿Y tú, a qué temperatura calibra tu hogar? ¿Sientes frío a veces incluso con la calefacción encendida? Comparte tu experiencia en los comentarios, ya sean tus ajustes de temperatura por habitación o tus trucos para mantenerte caliente sin consumir demasiado. Tus testimonios podrían ayudar a otros lectores a encontrar su temperatura de confort ideal.